- Título: La Reina Suprema
- Título original: The Forest House
- Autor: Marion Zimmer Bradley
- Segunda parte/4
- Tapa blanda: 352 páginas
- Editor: Editorial Acervo
- Precio: 7.13€ (Amazon)
Sinopsis:
Sintiéndose
traicionada, Morgana huye con el corazón dolorido y un niño en su
vientre al reino de Lot. Mientras Morgana es protegida por su tía
Morcadés en Leonís hasta que de a luz, Arturo contrae matrimonio en
Carlión con Ginebra, una joven cristiana que recordaremos del primer
libro como aquella niña blanca y dorada perdida entre las brumas de
Avalón y que en esta segunda parte se deja presentar como la Reina
Suprema, de quien también seguiremos sus pensamientos e intentos de
persuasión de que su rey Arturo gobierne un reino cristiano...
Mi opinión:
He tenido que hacer yo
la sinopsis de “La Reina Suprema” porque no he encontrado ninguna
adecuada. Tengo una versión muy antigua del Círculo de Lectores en
la que la saga está dividida en dos tomos que contienen cada uno dos
partes así que leí el libro sin guiarme de una sinopsis concreta,
lo cual me encanta, porque cuanto menos sepa de la historia
mejor...pero si ha pasado un largo tiempo desde que leíste la
primera parte, está bien recordar.
¡”La Reina Suprema”
me ha gustado mucho más que “Experta en magia”! En este segundo
libro además del punto de vista de Morgana, Viviana e Ygerne, atendemos también al de la esposa de Arturo. La trama se concentra
en Carlión y como están todos los personajes a nuestro alcance,
gozamos de numerosas intrigas palaciegas.
"La Reina Suprema" nos
muestra el desarrollo de nuestras queridas mujeres: Morgana, Ygerne y
Viviana, de la que destaca especialmente Morgana, más ávida, más
madura. Morgana me ha encantado, podía sentir muy vivamente el poder
que transmitía el personaje cada vez que aparecía en escena...es
una de las mejores protagonistas femeninas que he visto.
He devorado el libro y
el final me ha dejado ansiosa de más. ¡Sin duda, una continuación
espléndida!
“Ginebra, con los
brazos cruzados sobre los ojos, apenas se percató cuando la litera
comenzó a moverse; se había sumido en un estado de adormecimiento
en el que podía mantener su pánico a raya. ¿Adónde iba, bajo
aquel cielo inmenso que todo lo cubría, atravesando enormes páramos
y tantas colinas? (…) No era ella misma, allí no había nada para
sí, no era más que una propiedad del Rey Supremo quien ni siquiera
se había tomado la molestia de ir a conocer a la mujer que le
enviaban junto con todos los caballos y pertrechos. Era una yegua
más, una yegua de cría, en esta ocasión para servir en la cuadra
del Rey Supremo, con la esperanza de que le diera un hijo real.”
Nota: 9/10
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